15 abril 2016.
Los vinos de Rioja son más apreciados fuera de España que en nuestro propio país. Productores como Mercedes López de Heredia, Marcos Eguren, Miguel Ángel de Gregorio, Benjamín Romeo, Agustín Santolaya, Fernando Remírez de Ganuza, Juan Carlos López de la Calle, Julio Sáenz, y otros muchos que me dejo, son un referente internacional, y no son muy conocidos en España. Un Viña El Pisón 2004, elaborado en Laguardia, puede cotizarse a casi 1000 EUR, fruto de su fama fuera de nuestras fronteras, y ser un desconocido para casi todos los alaveses.
Sin embargo, Rioja disfruta de una dudosa reputación en España. En determinados segmentos de consumo, el vino de Rioja, junto tal vez con el de Ribera del Duero, es el único aceptado como valor seguro. En otros segmentos de mayor conocimiento cultural del vino, los Rioja pasan a un segundo plano, tildados de convencionalismo mal interpretado, de excesivo clasicismo y de ser más caros que otros vinos mejores de regiones menos conocidas. Y por último, en los segmentos más elitistas de consumo, los Roja vuelven por sus fueros a cabalgar en la vanguardia.
Es difícil explicar esta aparente contradicción. Quizá sucede que se embotella mucho vino con el sello de Rioja, y que por ese coladero igual pasa un Viña el Pisón como el de antes que un vino de marca blanca de un centro comercial. Eso nos lleva a una simple reflexión: quizá Rioja no signifique ya nada. De hecho, la estructura de las denominaciones de origen españolas y sus métodos de control no son buenos, al menos no para conseguir vinos singulares, originales, personales, de esos que le levantan a uno de la silla y que vale la pena coleccionar. No en vano, el grupo Artadi, al que pertenece el mencionado Viña El Pison, ya ha abandonado la DO, y es un camino por el que están apostando muchos bodegueros que no ven representada la calidad de sus vinos en los estándares de la DO, y para los cuales la etiqueta es poco menos que un lastre.
De todo ello nos queda una reputación controvertida, la misma que está empezando a sufrir Ribera del Duero, o incluso Rueda, que lleva muchos menos años en la cresta de la ola y ya demuestra síntomas de profunda enfermedad.
No obstante, en Rioja se sabe hacer vino, el viñedo es excelente, hay bodegas con mucha tradición y enólogos sabios. Lo que sucede es que hay también fábricas de vino, que nada aportan salvo cantidad. Es un agravio confundirlos: hay vinos en Rioja que hablan de tú a tú con los de Romanée-Conti, Petrus, Gaja, Screaming Eagle, etc., y hay otros que se codean con el agua de fregar. Vamos a probar algunos que mantienen el buen nombre de la región, de tres décadas distintas, y combinando modernidad y tradición. Veremos qué es Rioja después de tantos años.
Orden de cata:
1. Uvas Felices La Locomotora Tempranillo de 2014, DOC Rioja.
2. López de Heredia Viña Bosconia de 2004, DOC Rioja.
3. La Rioja Alta Gran Reserva 904 de 1997, DOC Rioja.
1. Uvas Felices La Locomotora Tempranillo de 2014.
Enólogo: Miguel Ángel de Gregorio.
Coupage: Tempranillo 100%.
Elaboración: Uvas despalilladas, maceración prefermentativa en frío a 5ºC durante 6 días, fermentación controlada a 28ºC durante 10 días con tres remontados diarios, maceración con los hollejos durante 16 días, descube por gravedad y prensado vertical, fermentación maloláctica en depósitos de acero inoxidable y crianza en barricas bordelesas de roble francés durante 4 meses.
Tiempo de guarda: >3 años.
Consumo: sin decantar, 14-16ºC, copa Riedel Vinum Tempranillo, maridaje con carnes grasas y embutidos.
Precio: 8-9 EUR.
Añada: de acuerdo con el consejo regulador, la añada de 2014 fue buena.
Puntuación (5): 3.
Uvas Felices no es una bodega productora de vino, sino una asociación de viticultores de gran prestigio que en regiones muy diversas participan en proyectos singulares cuyo punto en común es con la participación de Vila Viniteca. El que tenemos en la mesa es el proyecto La Locomotora de Miguel Ángel de Gregorio, en Briones. Miguel Ángel no es novato en el mundo del vino, su padre fue responsable de Marqués de Murrieta y él es el responsable de los magistrales vinos de Allende. En este nuevo proyecto de la locomotora pretende aunar tradición y vanguardia riojana con el firme propósito de conseguir vinos de larga guarda.
La Locomotora Tempranillo 2014, representa un punto de vista original y fresco, lleno de sabiduría y de modernidad, de uno de los mejores viticultores de Rioja, de España y posiblemente del mundo. Un vino para tomar a cualquier hora, versátil, goloso y amable, que no exige mucho ni pretende asombrar a nadie, pero que satisface.
Se nos presenta con una capa media alta de color cereza, con un ribete joven y buena lágrima. Predominan los aromas primarios con un fondo interesante del tueste de la madera. En boca es goloso, con una acidez bien equilibrada y repleto de fruta joven. Nos parece un buen exponente de la modernidad que sabe mantener las raíces y hacer vino noble por menos de 10 EUR.
2. López de Heredia Viña Bosconia de 2004.
Enólogo: Mercedes López de Heredia.
Procedencia: Haro > Finca El Bosque.
Procedencia: Haro > Finca El Bosque.
Coupage: Tempranillo 80%, Garnacho 15%, Mazuelo y Graciano 5%.
Elaboración: Vendimia a primeros de noviembre, envejecimiento en barrica elaborada manualmente en la tonelería de la propia bodega durante 5 años, sometido a 2 trasiegas por año, clarificado con claras de huevos frescos, embotellado sin filtrar.
Tiempo de guarda: >50 años.
Consumo: sin decantar, 18-20ºC, copa Riedel Vinum Tempranillo, maridaje muy versátil ( carnes y pescados a la brasa, embutidos, guisos de legumbres, carne de caza, salazones, pescados grasos, calderetas de marisco, gran variedad de quesos, postres de chocolate, frutas silvestres...)
Precio: 15-20 EUR.
Añada: de acuerdo con el consejo regulador, la añada de 2004 fue excelente.
Puntuación (5): 4.
López de Heredia no precisa muchos rodeos para elevarse a la cima del clasicismo y la historia de Rioja. Hablamos de una de las dos bodegas más antiguas de España, desde 1877, en Haro, en el famoso barrio de la estación, y probablemente la más clásica y emblemática del vino riojano. Las técnicas de elaboración de sus vinos no han evolucionado a penas con el tiempo, lo cual hace que sus vinos sigan siendo iguales que hace un siglo, sin novedades ni sorpresas, con todo lo que ello conlleva. En todo este tiempo, sus vinos han tenido el adjetivo de finos, y lo son por antonomasia. En las últimas décadas, sujetos a la modernidad trepidante del estallido del vino en España, los elegantes y clásicos López de Heredia han pasado a un segundo plano de protagonismo; sin embargo, en los últimos años, Robert Parker ha empezado a puntuarlos generosamente con notas alrededor de 95 puntos, ya era hora.
El Bosconia de 2004, el más joven que hay en el mercado, es una joya, concretamente un rubí intenso de ribete atejado, que muestra una evolución asombrosa. Tiene una nariz pertinaz, complejísima, rica en fruta, y una boca redonda y opulenta, pero sedosa y elegante como solo aquí saben hacer, con un final largo y perseverante. No es fácil probar vinos mejores a menos precio, pero desde luego no los hay más longevos, con ese monstruoso potencial de guarda tan enriquecedor.
3. La Roja Alta Gran Reserva 904 de 1997.
Enólogo: Julio Sáenz.
Procedencia: Briñas, Labastida, Villalba, Briones, Rodezno.
Procedencia: Briñas, Labastida, Villalba, Briones, Rodezno.
Coupage: Tempranillo 90%, Graciano 10%.
Elaboración: 12 días de fermentación alcohólica y 35 días de fermentación maloláctica en acero inoxidable, crianza en barrica de roble francés nuevo durante 4 años, con dos trasiegos al año, filtrado suave.
Tiempo de guarda: >70 años. Todavía se
Consumo: sin decantar, 18-20ºC, copa Riedel Vinum Tempranillo, maridaje muy versátil, pero mejor sin maridar.
Precio: 35-40 eur.
Añada: de acuerdo con el consejo regulador, la añada de 1997 fue buena.
Puntuación (5): 4.4.
La Rioja Alta es una bodega centenaria que tampoco necesita justificación. Llevan más de un siglo haciendo vino clásico, vino de guarda y colección, vino de ese que tan buena fama le ha dado a Rioja. Próximos al estilo de López de Heredia, ubicadas una y otra bodega frente a frente en el mismo barrio de Haro, los vinos de La Rioja Alta siempre han gozado de enorme prestigio entre los clásicos, y siempre han tenido detractores entre los más modernos. Ofrece una amplia gama de 5 vinos con diferentes niveles de crianza y de mimo en la selección de las uvas, y en consonancia también diferente ajuste a niveles adquisitivos diversos, desde 12 eur hasta 80, aunque con el paso del tiempo las mejores reservas llegan a costar varios centenares.
La Gran Reserva 904 debe su nombre al primer año en que se elaboró esta reserva, 1904. Se trata de un vino emblemático, para olvidar en una cueva y recogerlo los nietos, un botón de por qué Rioja ha alcanzado su prestigio. Solo se elabora cuando la cosecha lo permite.
Muestra un limpio color rojo típico de la bodega, con capa media, ribete atejado hacia beige y amarillo claro, con buen brillo y lágrima densa. En nariz es espectacular, completo, dulce, complejo y penetrante, de larga profundidad y rico en matices terciarios. En boca destaca la marca de la casa, estructurado, goloso, sedoso, de asombrosa acidez y de final larguísimo. Muy bien equilibrado y plenamente satisfactorio.
En una cosecha de dudosa calidad, el vino ha evolucionado hasta convertirse en una pieza extraordinaria. Es en estos casos, cuando el clima no ayuda mucho, es donde las grandes bodegas demuestran por qué lo son. Un buen ejemplo de qué es Rioja, por qué lo ha sido y qué puede llegar a ser, sin dar rodeos.
Criterio de puntuación:
5: Excepcional, complejo, único, emblemático.
4: Excelente, genuino, satisfactorio, ejemplar.
3: Bueno, recomendable, equilibrado, destacable.
2: Correcto, común.
1: Insuficiente, no recomendable.
Entre paréntesis el número de puntuaciones.
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