viernes, 20 de noviembre de 2015

Ciega Grandes de Toro

Mayo 2015.





En esta ocasión optamos por una cata a ciegas de tres grandes vinos de Toro, tratando de buscar una muestra representativa de la región sin ser exhaustivos. A la hora de elegir, descartamos Teso La Monja por cuestiones económicas, La Mula de la Quietud, por cuestiones de disponibilidad, y el resto, porque entendíamos que con los presentes íbamos a llegar al mismo destino.


Elección: 
  1. Maurodós San Román 2011
  2. Dominio del Bendito, El Titán del Bendito 2010.
  3. Telmo Rodríguez, Pago la Jara 2010.
La conclusión general es que venció El Titán del Bendito con rotundidad entre los varones, y San Román entre las catadoras. Tal vez la exuberancia y explosividad del primero cautivó a unos, y la elegancia y dulzura del segundo a otras. Lo cierto es que nadie apostó como mejor opción por la elegancia y finura del Pago la Jara, vino que sin duda se convertirá en un diamante con el paso del tiempo. Entre líneas se puede intuir lo que viene siendo costumbre: que la moda pide lo mucho en abundancia y lo fino y delicado no está en la vanguardia. Lo cual no es óbice para hacerse eco de que la tendencia está cambiando, y conceder que, aun con todo, Pago la Jara no es ningún timorato a la hora de expresarse.

1. San Román 2011.

Tinta de Toro (100%). 24 meses en roble.

Las notas destacables fueron la potencia, la elegancia, la dulzura, la calidez, la profundidad, con aromas a salazones y matanza curada, y recuerdos de fruta y bálsamo. Redondo, goloso y equilibrado en suma.

2. El Titán del Bendito 2010.

Tinta de Toro (100%). Viñedo en pie franco de entre 50 y 100 años. 20 meses en roble.

Las notas destacables fueron la explosividad, la potencia y la persistencia, con aromas complejos de cuero, tabaco y regaliz, recuerdos de bodega de embutidos, y sabores de frutas negras, dulces y pasadas, carnoso, aterciopelado y masticable. Para las mujeres... demasiado de todo.


3. Pago la Jara 2010.

Tinta de Toro (100%). Viñedo de entre 50 y 60 años de bajo rendimiento. 14 meses en roble.

Las notas destacables fueron la finura, la ligereza y la suavidad, destacando aromas penetrantes de licor, balsámicos y de frutas rojas, de un sabor delicado y con buena acidez. La estructura y la elegancia, junto a su acusada acidez, le garantizan un futuro prometedor. Sería muy interesante volver a poner a los tres en competición dentro de unos años. Presumo un final muy distinto.

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