viernes, 20 de noviembre de 2015

Vertical Viñas de Gaín Blanco

Mayo 2015.




Artadi no necesita mucha presentación, sus tintos son muy estimados en todos los mercados, pero... ¿y sus blancos? Solamente producen este Viñas de Gaín, además de un cava, de viñedo de viura de más de 60 años, que fermentan en barricas para después descansar en sus lías durante unos dos años. 

Los vinos fueron adquiridos en la tienda de la propia bodega, pocas fechas antes. 


Orden de Cata: 
  1. Viñas de Gaín Blanco 2010
  2. Viñas de Gaín Blanco 2009
  3. Viñas de Gaín Blanco 2008
  4. Viñas de Gaín Blanco 2006
  5. Viñas de Gaín Blanco 2005
Puede leerse que es un vino de guarda, pero también que debe beberse en unos tres o cuatro años después del embotellado. La viura riojana se trabaja con encomiable valor por las bodegas más tradicionales españolas, con un envejecimiento en madera considerable y un potencial de guarda enorme. Viñas de Gaín destaca por el contraste, desde el punto de vista enológico, en el tratamiento con madera: Artadi apuesta por el trabajo de las lías en acero inoxidable para redondear este vino mientras que la tradición aconseja el envejecimiento en barricas. El resultado podría ser un vino menos longevo. Vamos a tratar de intuir la tendencia con esta cata. 

1. Viñas de Gaín Blanco 2010.

Viura (100%).

Es pajizo, claro y brillante, de aromas delicados, de trago graso que invita a la discusión, elegante en suma, pero muy vivo, en el que destacan los matices de la variedad y del terruño con personalidad. Tiene la frescura y exuberancia de un adolescente al que le queda mucho por aprender.

2. Viñas de Gaín Blanco 2009.

Viura (100%).

Es similar al anterior, con matices más desarrollados, pero todavía enérgico y en expansión.

3. Viñas de Gaín Blanco 2008.

Viura (100%).

En este empieza a destacar la evolución, es más untuoso, más voluminoso, con un perfume más sofisticado y una cata mucho más compleja y a la vez variopinta. Si bien parece que está bien desarrollado, no se atisban síntomas de fatiga.

4. Viñas de Gaín Blanco 2006.

Viura (100%).

Extraordinario, donde los otros eran solo muy buenos. La madurez del joven que fue un día culmina en una expresión de elegancia y riqueza: más dorado, perfume más complejo, longitud más pronunciada. Sin duda la evolución le ha ayudado, y todavía no parece cansado.


5. Viñas de Gaín Blanco 2005.

Viura (100%).

Es escandalosamente bueno. Quizá la calidad de la añada en toda la región tenga buena parte de la culpa, pero la evolución de este vino es envidiable. El aspecto es fabuloso, dorado claro, limpio, brillante, la nariz opulenta, derrochadora en riqueza de matices diversos que no caben aquí, y en boca resulta interminable, goloso y difícil de olvidar. Al día siguiente, por la mañana, me levanté con ese recuerdo. ¿Viejo? Aún no.

Conclusión.

Sin duda los Viñas de Gaín Blanco pueden beberse desde el momento en que se comercializan, pero, según esta experiencia, es mucho mejor esperar. El 2005 está muy por encima de los primeros, y la cata inversa lo demostró de forma demoledora: al retroceder hasta el primero alguien bromeó "al lado del 2005, esto no vale ni para fregar". Cabe preguntarse si algunos años más le harán daño o serán virtud. Indudablemente, con el tiempo vendrán unas cosas y se irán otras, pero no podremos decir que estos blancos no son de guarda.

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