sábado, 20 de agosto de 2016

Paternina, Viña Vial 1982

3 agosto 2016.

Nos detenemos con nostalgia ante un clásico riojano de la mítica cosecha de 1982, de una de las bodegas más irreconocibles. Federico Paternina, desde 1896, ha deleitado al mundo con algunos de los vinos más longevos y espectaculares que se pueden recordar, por una centésima parte de lo que cuesta un vino similar francés. Portento ingenioso. Sin embargo, decíamos con nostalgia porque los buenos Paterninas hay que comprarlos en tiendas de coleccionistas y en bodegas particulares, hoy ya no los hacen igual. Ahora, la bodega se integra en The Haciendas Company, que solo el nombre da para irse corriendo, la cual ofrece un abigarrado abanico de vinos de todo tipo orientado al consumidor de grandes superficies (Lagunilla, Marqués de la Concordia, Hacienda Zorita, Santiago, Paternina). Los de antes se hacían bien: se notaba la añada, el terruño, la huella de la bodega y su caladero, eran longevos como ninguno y singulares como pocos. Es una vergüenza que se haya destruido ese patrimonio de saber hacer a cambio de monedas. Creemos que hay hueco suficiente para todo. Ni siquiera en la web de la compañía se respeta un rincón para recordar como es debido estas joyas de la artesanía. 

Bebemos hoy este Viña Vial con el placer del vino olvidado, como uno se va a la Filmoteca a ver a Chaplin, sabiendo que ya no volverá.


Federico Paternina, Viña Vial 1982
Procedencia: España > DOCa Rioja > Haro.
Coupage: tempranillo, garnacha y mazuelo.
Elaboración: maloláctica y crianza de 12 meses en tinos centenarios, posterior crianza en roble alrededor de 3 años en barricas usadas.
Precio: 25-80 EUR (Es un vino muy difícil de conseguir, el precio oscila mucho dependiendo del vendedor y, sobre todo, del estado de conservación. Actualmente la bodega no hace nada similar). 
Puntuación media (2): 4.75.

Estamos ante un vino tinto de color ocre, marronoso, granate, de buen brillo y de bastante capa para su edad, con ribete teja contenido, de un bonito aspecto. En nariz es cálido, arrojando rápidamente un compendio de aromas terciarios exquisito: chocolate, cuero, fruto seco, cera, guindas al marrasquino, licor, mueble viejo. Con el tiempo, aflora algo más de fruta, sorprendentemente, madura, pasada, sobre un fondo complejo indescriptible. En boca es cálido y franco, muy bien vertebrado, armónico, complejo, profundo, embriagador, de una acidez perfecta. 

Un vino que se muestra impávido ante el paso del tiempo, como congelado, sin atisbos de cansancio, vivo y joven. No sé si el tiempo le afectará algún día. Al menos no sufrirá en los próximos 30 años. Un icono.

Criterio de puntuación:
5: Excepcional, complejo, único, emblemático.
4: Excelente, genuino, satisfactorio, ejemplar.
3: Bueno, recomendable, equilibrado, destacable.
2: Correcto, común.
1: Insuficiente, no recomendable.
Entre paréntesis el número de puntuaciones.

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