Rescatamos otro vino del 2005, prácticamente olvidado ya, esta vez de nuestras antípodas, de la neocelandesa Kim Crawford, que tiene repartidos viñedos por toda Nueva Zelanda. Llama la atención para los europeos que todas sus botellas van con tapón de rosca, sin prejuicios, menos su espumoso, claro.
Resulta difícil ahora descubrir información sobre la elaboración de vino que tenemos entre manos, pero no parece haber cambiado mucho el rumbo de la bodega, aunque justamente desde 2005 el enólogo es Anthony Walkenhorst.
La añada de 2005 de este merlot es precisamente una de las mejores que han parido. Vamos a ver qué tal le ha sentado el tiempo bajo ese tapón.
Dejamos el link de la bodega para ulteriores pesquisas:
http://www.kimcrawfordwines.com/
Botella provista por Vins i Licors Grau.
Kim Crawford Merlot Hawke's Bay 2005.
Procedencia: Nueva Zelanda > Hawke's Bay.
Coupage: merlot.
Elaboración: 10 meses barrica de roble francés y americano.
Precio: 10-13 EUR (las añadas actuales, 2013).
Puntuación media (1): 3,50.
Cereza atejado de capa media, ligeramente turbio por la presencia de diminutos posos atomizados. Nariz cálida, fruta añeja, almizclada, con notas de holandas jerezanas, detalles agridulces y enigmáticos recuerdos. Con la oxigenación viene algo de fruta roja en sazón, algo más de frescor, con notas secundarias amílicas sugerentes y una gama de aromas terciarios honda y compleja, con una presencia interesante de tostados. Muy buena intensidad.
En boca es franco, de ataque cálido, de paso difícil, y final largo muy complejo, con la acidez ligeramente descompuesta ya por la edad, con un fondo de regaliz, metal, mineral, barniz, especias, miel, ciruelas en conserva... Resulta seco, bastante redondo, con el tanino ennoblecido por el tiempo y sedosamente domado.
Es un vino difícil, que resiste la edad con timidez, que le cuesta desnudarse, pero que apunta ese bouquet complejo y redondo en el que se junta la fruta, la madera y el tiempo. Nunca fue un vino pretencioso, pero tampoco deshonesto. Ahora o nunca, eso sí.
Criterio de puntuación:
5: Excepcional, complejo, único, emblemático.
4: Excelente, genuino, satisfactorio, ejemplar.
3: Bueno, recomendable, equilibrado, destacable.
2: Correcto, común.
1: Insuficiente, no recomendable.
Entre paréntesis el número de puntuaciones.
Elaboración: 10 meses barrica de roble francés y americano.
Precio: 10-13 EUR (las añadas actuales, 2013).
Puntuación media (1): 3,50.
Cereza atejado de capa media, ligeramente turbio por la presencia de diminutos posos atomizados. Nariz cálida, fruta añeja, almizclada, con notas de holandas jerezanas, detalles agridulces y enigmáticos recuerdos. Con la oxigenación viene algo de fruta roja en sazón, algo más de frescor, con notas secundarias amílicas sugerentes y una gama de aromas terciarios honda y compleja, con una presencia interesante de tostados. Muy buena intensidad.
En boca es franco, de ataque cálido, de paso difícil, y final largo muy complejo, con la acidez ligeramente descompuesta ya por la edad, con un fondo de regaliz, metal, mineral, barniz, especias, miel, ciruelas en conserva... Resulta seco, bastante redondo, con el tanino ennoblecido por el tiempo y sedosamente domado.
Es un vino difícil, que resiste la edad con timidez, que le cuesta desnudarse, pero que apunta ese bouquet complejo y redondo en el que se junta la fruta, la madera y el tiempo. Nunca fue un vino pretencioso, pero tampoco deshonesto. Ahora o nunca, eso sí.
Criterio de puntuación:
5: Excepcional, complejo, único, emblemático.
4: Excelente, genuino, satisfactorio, ejemplar.
3: Bueno, recomendable, equilibrado, destacable.
2: Correcto, común.
1: Insuficiente, no recomendable.
Entre paréntesis el número de puntuaciones.
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