Martínez Lacuesta es una de esas bodegas legendarias que hay en Haro, de las que ya han conocido tres siglos diferentes, y de las que han dado algunos de los mejores vinos tintos al mundo. Detenerse ante una de sus cosechas antiguas a observar cómo el tiempo pasa dulcemente y afina el caldo es un capricho que ningún amante del vino debería perderse. Hoy recordamos los míticos años 70 de Rioja con su estandarte, el Reserva Especial, un vino que se produjo durante años para vestir las más aristocráticas mesas de Europa, y que por desgracia ya no se elabora desde hace tiempo. Unas gotas de aquel recuerdo merecen, cuanto menos, estas líneas.
Martínez Lacuesta Reserva Especial 1976.
Tipo: tinto seco.
Procedencia: España > Rioja > Haro.
Coupage: tempranillo (mayoritaria), graciano y mazuelo.
Elaboración: crianza de alrededor de dos años en tinos de madera y después nueva crianza en barrica de roble americano durante 7 u 8 años.
Producción: durante los años 80 se comercializaron las botellas de los 70 con un sello especial para el Papa Juan Pablo II y para la Casa Real Española. Desde la añada de 1970, este Selección Especial fue vino de reyes y cardenales.
Web: Martínez Lacuesta
Precio: 50 EUR
Proveedor: Vinovintage Santander.
Maridajes: un canto gregoriano.
Puntuación media (3): 4.00 / 5.
Fecha de cata: noviembre 2016.
Bajo un corcho difícil y peleón, pero íntegro y perfectamente funcional, se descubre un vino tinto de color caoba claro de capa baja, con el menisco muy abierto, claro, de tonos siena, con el centro rubí brillante y lágrima discreta. Aspecto muy bonito, típico de la bodega en esa década (y con esta edad). 
En aromas es escurridizo, ligero, en el que destacan las notas añejas de barrica empapada sobre un abanico de fruta en almíbar, como los orejones o las ciruelas. Es difícil de catar, complejo, no muy intenso, y tiene cierta fragilidad.
En el ataque se muestra punzante y ácido al principio, con un tanino todavía bien marcado en el paso, todavía no del todo redondeado, de volumen importante, corpulento, y se resuelve en un final largo y estructurado. Se aprecia un fondo de notas francas de humedad y tonel viejo, coherentes y amables con la nariz, sobre las que destacan recuerdos de especias sutiles y variados, difíciles de esclarecer.
El conjunto es complejo e intelectual, con una nariz difícil de disfrutar, muy esquiva, pero que se compensa con un poderoso desarrollo en boca, de cuya estructura podemos colegir que seguirá vivo durante algunas décadas más.
Criterio de puntuación:
5: Excepcional, complejo, único, emblemático.
4: Excelente, genuino, satisfactorio, ejemplar.
2: Correcto, común.
1: Insuficiente, no recomendable.
Entre paréntesis el número de puntuaciones.
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