domingo, 9 de octubre de 2016

Blancos de Manuel Moldes 2014.


Viramos la nave hacia Sanxenxo esta vez, para detenernos en los elevados parrales oceánicos de Manuel Moldes, donde la albariño se expresa con una autenticidad casi desconocida. Bajo el nombre de Bodegas Fulcro este nostálgico viticultor nos regala unos caldos de verdad, y le hacemos un hueco en nuestra bitácora a sus blancos concretamente, que caminan por un sendero ajeno a la modernidad: lejos del gran público, lejos de la industria, lejos del dinero, lejos de la vana gloria... También tiene tintos, pero los dejamos para otra singladura. 

Don Manuel vinifica un poco de albariño con escasas herramientas: una prensa antigua, un par de barriles viejos y a volar. Que no se malinterprete, no hace falta más. Catamos hoy tres vinos blancos espectaculares de la cosecha de 2014, dos de ellos con DO Rías Baixas y uno al margen del consejo regulador (como si no lo mereciese, maldita sea). En cualquier caso, tres albariños con vocación de simplificar liturgias, desterrar mitos y hacer disfrutar, ahora y más aún tras la guarda.



Fulcro, A Pedreira 2014.
Winemaker: Manuel Moldes.
Procedencia: España > DO Rías Baixas > Pontevedra > Valle del Salnés > Sanxenxo > Finca A Pedreira.
Coupage: albariño.
Elaboración: 9 meses de crianza sobre lías en acero, sin maloláctica.
Producción: 1000-2000 botellas.
Proveedor: Juncal.
Precio: 8-10 EUR.
Puntuación media (4): 3.50.
Fecha de cata: agosto 2016.

Viene envuelto en una botella borgoñona, con etiqueta blanca, con lacre amarillo, como si del mejor Montrachet se tratase: bella presentación. Es un blanco de color dorado verdoso, pálido, de capa baja y lágrima perenne, con brillo e intensidad de color notables. En nariz es muy fino y delicado, fresco y salino, destacando aromas atractivos de aceituna manzanilla y ligera flor, muy sutil. En boca destacan los matices cítricos de limón, una acidez soberbia y profunda, y se complementa con un buen volumen, untuoso, y un final aromático ligeramente especiado, y con una retronasal que recuerda a mermelada. La acidez y el lacre invitan a guardarlo una década sin temor, y seguramente mucho más. Un vino de terruño, delicioso, fresco, personal, sorprendente, que sin embargo no está todavía en su momento óptimo de consumo.


Fulcro, Pescuda 2014.
Winemaker: Manuel Moldes.
Procedencia: España > Pontevedra > Valle del Salnés > Sanxenxo.
Coupage: albariño.
Elaboración: 5 meses de crianza sobre lías en roble usado, sin maloláctica.
Producción: 1000-2000 botellas.

Proveedor: Juncal.
Precio: 8-10 EUR.
Puntuación media (4): 3.50.
Fecha de cata: agosto 2016.

Viene envuelto en una botella similar a la anterior, pero con la forma aflautada típica de la región. Este vino, fuera del consejo regulador, es el laboratorio de experimentos de Manuel Moldes, cada año se vinifica de un modo, y cada vez buscando algo nuevo que lleve más lejos lo aprendido en la Finca A Pedreira. En este caso tenemos un vino blanco de similar aspecto, más dorado y más brillante, aunque de menos capa, con una lágrima igual de impertérrita. Un aspecto inquietante. En nariz es más expresivo sin perder sutileza, destacando nuevamente los matices de aceituna y añadiendo ahora un punto vegetal. Podríamos decir que aumenta la complejidad sobre el anterior a cambio de menor finura. En boca también es parecido, con una retronasal más expresiva, pero quizá más plana. Un vino diferente, de una calidad similar al anterior, aunque le auguramos menos guarda (no menos de 10 años, eso sí).


Fulcro, O Equilibrio 2014.
Winemaker: Manuel Moldes.
Procedencia: España > DO Rías Baixas > Pontevedra > Valle del Salnés > Sanxenxo > Finca A Pedreira.
Coupage: albariño.
Elaboración: 10 meses de crianza sobre lías en roble usado, sin maloláctica.
Producción: 1529 botellas.


Proveedor: Juncal.
Precio: 13-16 EUR.
Puntuación media (4): 3.50.
Fecha de cata: agosto 2016.

Botella nº1445 de parejas trazas, con lacre ocre, vestida para sobrevivirnos a todos. A la vista mantiene el aspecto de sus compañeros. En nariz es mucho más profundo y complejo, manteniendo la sutileza. Se pueden apreciar finas notas de flor, de fruta, de mantequilla y vainilla, un punto tostado y un fugaz recuerdo de laca, caramelo blanco, salmuera y metal. Majestuoso. En boca sigue predominando la acidez del limón de forma vibrante, pero en menor medida, moderado por la amabilidad de la barrica, y destaca ahora la ligereza, la armonía y el equilibrio de matices, con un interesante retrogusto de olivas ligeramente amargas.

En conclusión, los tres vinos, y más aún el último, son personales y auténticos, tienen un enorme potencial de guarda y están pensados con un molde artesanal que envidia debería ser del resto. Prometo una reseña más justa en el futuro, cuando maduren los caldos en mi bodega y alcancen el timbre para el que están hechos.

Criterio de puntuación:
5: Excepcional, complejo, único, emblemático.
4: Excelente, genuino, satisfactorio, ejemplar.
3: Bueno, recomendable, equilibrado, destacable.
2: Correcto, común.
1: Insuficiente, no recomendable.
Entre paréntesis el número de puntuaciones.

1 comentario :

  1. Excelente post de la cata de estos tres interesantes blancos de Manuel Moldes.
    Leyéndolo he rememorado gustosamente las sensaciones de aquel extraordinario día.
    Gran recopilación de los matices que apreciamos en cada uno de los vinos.

    ResponderEliminar